El 64,7% de los menores de 30 años no llegan a mileruristas
Un informe del Ayuntamiento de Barcelona asegura que el 32,4% de los trabajadores que residen en la capital catalana gana como máximo 1.000 euros netos al mes, cifra que asciende hasta el 64,7% en el caso de los menores de 30 años, según los datos recopilados en el informe Distribución, Dispersión y Desigualdad salarial en Barcelona con datos registrados entre 2010 y 2015.
Según el análisis municipal, el salario medio de los barceloneses fue en 2015 de 28.861 euros brutos anuales, aunque la mitad de ellos ganaron menos de 22.676.
Los salarios medios se redujeron un 6,55% entre 2010 y 2015, según los autores del informe. La dispersión salarial entre los que ganan más y los que ganan menos aumentó un 4,8%, revela el estudio, que concluye que los puestos de trabajo creados durante la “recuperación económica” no han logrado el nivel de remuneración ni estabilidad de los que fueron destruidos durante la crisis.
El director del Gabinete Técnico de Programación, Ramon Canal, aseguró ayer que ha aumentado considerablemente la brecha salarial intergeneracional, pero ha disminuido ligeramente la brecha entre hombres y mujeres: ellos cobran un 22% más —antes era un 26% más—, pero esta reducción se debe a que muchos hombres han visto empeoradas sus condiciones laborales, explicó.
El análisis del Ayuntamiento de Barcelona parte de la Muestra Continua de Vidas Laborales de la Seguridad Social, la Agencia Tributaria y el Padrón y hace una comparativa entre varias de las grandes ciudades españolas.
El informe concluye que Madrid y Barcelona son las dos ciudades con los sueldos más altos de toda España. En ambas la media es de cerca de 30.000 euros al año.
Según los datos proporcionados, la capital española es la más desigual debido a que existen sueldos muy elevados respecto al resto, mientras que Zaragoza es la menos desigual en términos salariales, dado que los sueldos más bajos son más elevados.
El director del Gabinete Técnico de Programación criticó que parte de la situación de desigualdad es “fruto de una reforma laboral” que ha aumentado la temporalidad, ha empeorado las condiciones de negociación salarial, y ha recordado que el equipo de Gobierno de Ada Colau trabaja para alcanzar un sueldo mínimo de 1.000 euros netos.
Canal defendió que el Ayuntamiento de Barcelona ya impulsa este salario mínimo mediante la contratación municipal y que aborda el asunto con agentes sociales, ya que cobrar menos de 1.000 euros no solo perjudica al trabajador, sino que es negativo “para la economía en general”, concluyó.
(Noticia extraída de El País)