– La formación superior implica mayor probabilidad de encontrar empleo estando parado.
– 2015 podría cerrarse con 400.000 ocupados más, cifra ligeramente inferior a la de 2014
La formación es siempre un punto a favor a la hora de buscar empleo. Sin embargo, sólo el 16,7% de los parados aprovecha el tiempo que permanece en el paro para ampliar sus conocimientos o reciclarse.
Ésta es una de las principales conclusiones del ‘Avance del Mercado Laboral Asempleo-Afi’ (AML), correspondiente al mes de febrero, y que se ha dado a conocer este jueves.
El indicador AML, elaborado por Asempleo (la mayor asociación de agencias de empleo) y Analistas Financieros Internacionales (Afi), estima que 2015 podría cerrarse con 400.000 ocupados más, una buena cifra pero ligeramente inferior a la del año pasado.
El estudio señala que la afiliación creció en cerca de 97.000 personas en febrero, animada por la construcción (con una afiliación del 5% interanual), la hostelería y el comercio; al mismo tiempo que se refuerza el papel del servicio público en la generación de nuevos puestos de trabajo.
La importancia de la formación
En cuanto a la formación, el tener estudios superiores facilita la incorporación al mercado laboral. De hecho, la tasa de paro que forman los que han completado estudios universitarios o doctorados es la mitad que la de aquellos que tan sólo han cursado estudios de grado medio y casi tres veces inferior a la de aquellos que sólo cuentan con educación primaria o no han recibido ningún tipo de formación.
Además, la población activa con formación superior continúa aumentando. Cuatro de cada 10 tienen estudios superiores, mientras que la población con estudios primarios se ha reducido a la mitad, al pasar del 20% del total en 2004 al 10% a finales de 2014.
Aunque la formación puede ser una herramienta imprescindible para favorecer la vuelta al mercado laboral de los desempleados, sólo un 16,7% ha recibido algún tipo de formación mientras estaba en paro. Y la mayoría de los parados que aprovecharon ese tiempo para ampliar sus estudios, contaban con un alto nivel de formación. Concretamente, el 31,7% de este grupo de desempleados realizó un curso, mientras que de los parados con menor cualificación, tan sólo lo hizo un 5,5%.
El indicador AML sostiene que estas diferencias se explican porque o bien los parados con estudios superiores valoran más la formación, o bien porque son conscientes de la necesidad de reciclarse para no quedarse en obsoletos en un mercado laboral en constante cambio.