Tras la tormenta siempre llega la calma. Un 2016 especialmente cruento en bajadas de ráting e impagos de deuda a nivel global podría dar paso a un periodo de estabilidad.
Así opinan, al menos, las principales agencias, que consideran que el número de rebajas en la calificación crediticia de las empresas se reducirá sensiblemente en el ejercicio en curso.
«Al cierre de 2016, el 15% de nuestras calificaciones de deuda corporativa tenían perspectiva negativa o estaban en observación con implicaciones negativas», señala Andrew South, especialista en renta fija de S&P Global. «Aunque el porcentaje sigue siendo superior al de las que tienen perspectiva positiva (11%), ha caído desde finales de septiembre y permanece muy por debajo de la media histórica, situada en el 22%. Esto sugiere que el número de rebajas de ráting debería ser menor», sostiene el experto.
En España, la calidad crediticia de las empresas no financieras españolas se mantendrá estable en los próximos 12 meses, impulsada por «una perspectiva económica favorable, un perfil de liquidez robusto y costes de financiación relativamente bajos», señala Moody’s en un informe publicado hoy.
«Es probable que el crecimiento económico de España siga siendo mayor que el de otros países importantes de la zona del euro», explica Laura Pérez, vicepresidenta y analista sénior de Moody’s.
Global
Según Fitch, todos los sectores empresariales tienen perspectivas crediticias estables con «tan sólo algunas excepciones». Esto no quiere decir, sin embargo, que la agencia no vea riesgos en 2017 que podrían llevar a nuevas rebajas de ráting. El petróleo, Trump y el Brexit son, por orden de mayor a menor impacto esperado, los mayores temores de la firma.
«Si el Brexit no conduce a una mayor fragmentación en Europa, no creemos que vaya a tener un impacto excesivo en los rátings de las empresas. Por otro lado, Donald Trump sigue siendo una incógnita. En cuanto al petróleo, los recortes de la OPEP y la falta de inversión podrían dar lugar a una escasez que elevaría considerablemente los costes energéticos de las empresas», señalan desde Fitch.
Moody’s es, de las tres grandes agencias de ráting estadounidenses, la que se muestra más cauta. Si bien en su último análisis de cara al nuevo ejercicio hay una mayoría de sectores con perspectiva estable, la agencia augura un futuro incierto para los más relacionados con las materias primas y pone el foco en especial en las empresas de perfil más industrial, como las fabricantes de automóviles.
Donde sí prevé Moody’s un repunte del riesgo de rebaja de la calificación crediticia es en las compañías con ráting en el último escalón del grado de inversión, los ángeles caídos, como se les conoce en la jerga. «El número de potenciales ángeles caídos se redujo en 2016, pero cerró el último trimestre en 53, muy por encima todavía de la media histórica situada entre 30 y 40. Esto podría provocar nuevas rebajas de ráting», explica Michael Corelli, vicepresidente y analista sénior de crédito de Moody’s.
(Noticia extraída de Expansión)