La situación de las pensiones en España preocupa a los economistas. Con un déficit de unos 11.000 millones de euros al año, los expertos consideran que el sistema es insostenible y que conducirá irremediablemente a la necesidad de tomar medidas drásticas, según informan Almudena Vigil y José Antonio Carazo desde el 20º Foro Asesores Wolters Kluwer celebrado este martes en Barcelona.
En opinión del economista Santiago Niño-Becerra, a partir de 2018 ya no habrá dinero en el Fondo de Reserva de la Seguridad Social para asumir el pago de las prestaciones y ello implicará tomar medidas como quitar las pagas extra a los pensionistas, reducir el importe de la pensión máxima y, probablemente, crear un impuesto para financiar las pensiones. En este sentido, recuerda el caso de Grecia, donde las pensiones han llegado a bajar un 40%.
Niño-Becerra hizo estas declaraciones durante su intervención en una mesa redonda sobre «El presente y el futuro de la economía», en el marco del 20º Foro Asesores Wolters Kluwer, donde, además, señaló que se ha llegado a plantear la posibilidad de separar las pensiones generales de las de viudedad y de orfandad, y que estas dos últimas se saquen de la ‘hucha’ de la Seguridad Social para pasar a ser abonadas a cargo de los Presupuestos Generales del Estado, en cuyo caso, según explicó, se tendría que crear un impuesto específico para poder asumirlo.
Por su parte, José María Gay de Liébana señaló que uno de los problemas es que los jubilados se van retirando con pensiones medias más altas, mientras que los jóvenes que se incorporan al mercado de trabajo lo hacen con sueldos cada vez más bajos y, por tanto, cotizan menos.
Además, en este debate entre economistas, Gay de Liébana hizo alusión a las afirmaciones de la formación política Podemos respecto a pagar o no la deuda. En este sentido, advirtió de que es implanteable no pagarla, entre otras cosas porque hay que tener en cuenta que el 100% de la ‘hucha’ de las pensiones está invertido en deuda soberana, por lo que no pagar puede acarrear graves consecuencias. Una afirmación que hizo reaccionar al economista Rodríguez Braun, de origen argentino, que recordó lo sucedido en su país cuando el Gobierno obligó a invertir en deuda soberana.
La importancia de la economía sumergida
Respecto a la economía sumergida, Niño-Becerra apuntó que hay determinadas actividades que si no funcionaran en negro no podrían existir en España. Según señaló, hay uno volumen de negocio estimado en unos 140.000 millones de euros que, si aflorara y quedara sometido a tributación y cotización, dejaría un margen cero a los empresarios.
Carlos Rodríguez Braun ahondó en otro de los principales problemas de la economía española: el elevado nivel de paro. En este sentido, explicó que en España un tercio del paro es estructural y ese porcentaje de parados no se va a poder colocar jamás en el mercado laboral, por no tener la formación suficiente.
En esta línea, Gay de Liébana advirtió de que el sistema educativo no está adaptado al sistema productivo. En su opinión, sería necesario que el Gobierno, las universidades y los agentes económicos se pusieran de acuerdo para diseñar programas formativos más acordes con las necesidades del modelo productivo del país.
(Noticia extraída de Noticias Jurídicas)