La crisis no ha tenido el mismo impacto sobre los salarios en función de la categoría que ocupa el empleado. El intenso proceso de devaluación salarial, iniciado desde 2009, ha sido mucho más intenso entre los trabajadores y los mandos intermedios, donde se han producido ajustes en las remuneraciones, que en el caso de los directivos, donde se han producido incrementos salariales en el mismo período.
Esta es una de las principales conclusiones del informe Evolución Salarial 2007-2015, elaborado por el grupo ICSA y la escuela de negocios EADA a partir de 80.000 datos de remuneraciones percibidas en empresas públicas y privadas entre julio de 2014 y julio de 2015. En 2009, la remuneración media de un empleado era de 22.762 euros brutos. Ese sueldo registró cuatro años consecutivos de recorte hasta llegar a los 21.307 euros en 2013, un 6,4% menos. Posteriormente se han sucedido dos años seguidos de incrementos que finalmente han dejado el recorte salarial en un 1,2% entre 2009 y 2015. Ese último año, la remuneración media se situó en 22.509 euros (253 euros menos al año).
El sueldo de un empleado cae en 253 euros al año; el de un directivo sube en 5.010 euros
Una senda completamente diferente a la emprendida por los sueldos de los directivos. En 2009, la retribución media era de 73.595 euros y en los seis años siguientes, bajó en dos y subió en cuatro hasta cerrar 2015 en 78.605 euros, lo que supone un incremento del 6,8% y un alza de 5.010 euros en el citado período.
Los directivos fueron el único de los tres colectivos estudiados en el que las remuneraciones crecen. En el de los mandos intermedios también se registró un descenso del 1,6% entre 2009 y 2014, en el que la remuneración media bajó de 38.394 a 37.799, lo que representa un descenso de 595 euros al año.
El estudio también muestra las diferencias entre esas tres categorías en función del sector de actividad y en la comunidad autónomas en la que desarrolle su trabajo. En el caso de los directivos, los ligados a la industria y a la banca han visto crecer de forma sostenida sus remuneraciones desde 2009 hasta cerrar el pasado ejercicio con una media de 82.604 euros para la banca y 81.849 para los de la industria. En el otro lado se sitúan los del comercio y la construcción, con 74.610 y 72.476 euros al año, ambas remuneraciones por encima de 2009. En cualquiera de los cinco sectores, las retribuciones han crecido en esos seis años.
Las remuneraciones de los directivos varían menos por autonomías que la de los asalariados
En el caso de los empleados, la evolución de los sueldos ha sido dispar. Las actividades más perjudicadas por la crisis han sido el comercio y el turismo, cuyas remuneraciones han caído un 6,2% desde los niveles de 2009 y se sitúan en 17.830 euros, lejos de la media de 22.509 euros. El mayor ajuste, sin embargo, se produjo entre los asalariados de la construcción, donde la retribución media bajó de 23.000 a 21.193 euros, un 7,9% menos. Esos retrocesos se han visto compensados parcialmente por las subidas en la industria y en los servicios y la estabilidad en banca y seguros, que finalmente arrojan una diferencia del 1,2% entre 2009 y 2015.
El análisis por comunidades arroja leves diferencias en las remuneraciones de los directivos y una brecha más amplia entre los empleados. Con la excepción de Madrid y Cataluña, las regiones que más actividad concentran y donde los sueldos son más altos entre los directivos (83.173 y 80.358 euros), hay otras nueve regiones en las que las remuneraciones oscilan entre 77.000 y 74.600 euros. No es el caso de los empleados, en el que tan solo hay cuatro regiones (Navarra, Madrid, País Vasco y Cataluña) por encima de la media (22.509) y otras diez por debajo de 20.000 euros.
Grandes diferencias con Italia y Francia
El estudio también analiza cómo han evolucionado las remuneraciones en las tres categorías estudiadas (directivos, mandos intermedios y empleados) en dos países de nuestro entorno (Francia e Italia) y las compara con España. Y el resultado es que los empleados franceses e italianos cobran más en cualquier caso que los españoles, aunque las diferencias se hacen más pequeñas a medida que se va bajando en el organigrama. Un directivo español cobra de media un 58% menos que un italiano y un 25% menos que un francés. En el caso de los mandos intermedios, la brecha es del 49% con los italianos y del 15,1% con los franceses. Finalmente entre los empleados, la diferencia con Italia es del 35% y del 21% con Francia.
(Noticia extraída de Cinco Días)