Casi 100.000 españoles se marcharon el año pasado con la intención de mejorar su situación laboral, una cifra que duplica la del número de ciudadanos que regresaron.
Continúa la fuga de cerebros en España. En 2015, 98.934 personas decidieron abandonar el país, una cifra récord respecto al inicio de la crisis. Además este dato duplica el número de ciudadanos que optaron por regresar: 52.227.
En el caso de los extranjeros, por primera vez desde 2010, el saldo migratorio vuelve a ser positivo dado que emigraron 253.069 personas e inmigraron 291.387, lo que arroja un saldo positivo de 38.317 personas en 2015.
Pese al fuerte incremento de la salida de españoles, su número aumentó en 24.313 y el de extranjeros se redujo en 35.456 debido a la nacionalidad española adquirida en 2015 por 114.207 extranjeros residentes en España, según los datos difundidos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su análisis sobre Migraciones.
A fecha 1 de enero de 2016 la población residente en España se ha reducido en 11.142 personas, y suma 46.438.442 habitantes, dato que consolida la pérdida de población iniciada en 2012.
Y del total de población 4.418.898 son extranjeros, el 9,5 % del total, una cifra que ha ido descendiendo tanto por el regreso a sus países como consecuencia de la crisis, como por las adquisiciones de nacionalidad española.
El descenso de la población registrado en 2015 fue resultado de un saldo vegetativo (417.265 nacimientos menos 420.018 defunciones) de 2.753 personas y de un saldo migratorio también negativo de 8.389 personas (hubo 343.614 llegadas y 352.003 salidas).
(Noticia extraída de Economía Digital)