El aumento del IPC ya está encareciendo los alquileres en su revisión anual
Vivir de alquiler será más caro en 2022. Las rentas aumentarán un 5% el próximo año, según las previsiones de la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA), que señala a la futura ley de vivienda como uno de los responsables del encarecimiento de precios.
«Estimamos que esta subida del precio de los alquileres se va a producir sin que la futura ley de vivienda, que actualmente se está tramitando, pueda impedirlo, es más, pensamos que las medidas anunciadas en el Anteproyecto puedan ser el detonante de la subida de los precios del alquiler, al provocar un estrangulamiento de la oferta», alerta José Ramón Zurdo, director general de la Agencia Negociadora del Alquiler.
A la subida del 5% prevista para el próximo año habría que añadir el aumento del IPC (5,6% tasa anual del IPCA de noviembre) que está provocando que ya muchos alquileres se estén encareciendo en su revisión anual.
Para ANA, hay seis medidas que pueden incidir en la posible subida del precio de los alquileres motivadas por la contracción de la oferta que provocará la futura Ley de vivienda. Una de ellas es el aumento general de la fiscalidad de los pequeños arrendadores (el 90% de los alquileres que se firman en España) en sus declaraciones de renta en diez puntos porcentuales. Pasará de la actual deducción del 60% al 50%, estén las viviendas en zonas tensionadas o no lo estén.
«Este aumento de la fiscalidad se ha intentado camuflar por el Gobierno, anunciando beneficios para los arrendadores que podrían llegar a alcanzar el 90% o el 70%, cuando estas deducciones serán residuales», denuncian desde ANA.
Según ANA, otra de las medidas que podría estar detrás del encarecimiento de las rentas son los periodos mas largos de arrendamiento que tendrán que soportar los arrendadores, pudiendo llegar estos hasta los once años en caso de arrendadores personas físicas, y hasta los 13 años en caso de empresas.
A ello hay que añadirle la congelación de las rentas para los arrendadores personas físicas, e intervención de las rentas para los grandes tenedores personas jurídicas, por periodos muy largos de tiempo, la penalización en impuestos (IBI) por tener las viviendas vacías, llegando incluso a anunciarse medidas expropiatorias, o la subida importante de las rentas debido a la inflación, para los arrendamientos que tengan que actualizarse durante el 2022
Por último, cita el aumento del coste de los materiales y a la importante cesión del 30% que van a tener que realizar los promotores para viviendas protegidas, lo que «provocará que los arrendadores inversionistas pretendan rentabilizar ese mayor coste de adquisición alquilando a precios mas altos», aseguran desde ANA.
Incertidumbre e inseguridad jurídica
La Agencia Negociadora del Alquiler cree que todas las medidas, junto con la permisividad actual a la ocupación y los larguísimos periodos de tiempo que se tardan actualmente en recuperar la posesión de las viviendas en casos de impagos, «han creado entre los arrendadores una gran incertidumbre e inseguridad jurídica», dice el director general de ANA, José Ramón Zurdo.
El experto también apunta otras dos consecuencias más, que ya se están produciendo, y que también van a afectar de forma inmediata a un descenso de la oferta y a una probable subida del precio de los alquileres. Una de ellas es el trasvase del alquiler a la compraventa de muchas viviendas, a la finalización de los contratos de arrendamientos.
El trasvase de muchos alquileres tradicionales al alquiler turístico, al que no le van a afectar las medidas intervencionistas recogidas en el anteproyecto de ley de vivienda.
Efectos de la pandemia
Hasta la aparición de la actual pandemia los precios de los alquileres estaban altos, debido a una oferta insuficiente para atender la alta demanda que había. Esta situación se alteró por la pandemia, que hizo que la oferta de alquileres aumentara considerablemente. Por un lado, se incorporaron al mercado del alquiler tradicional muchas viviendas que antes se alquilaban como turísticas, y por otro lado, porque debido a la precariedad de recursos económicos que provocó la pandemia, muchos arrendadores se vieron obligados a sacar sus viviendas al alquiler para tener mas ingresos económicos.
Este aumento de la oferta ha hecho bajar de forma considerable el precio de los alquileres, llegando a alcanzar en algunas comunidades autónomas los dos dígitos de bajada.
«Actualmente con precios mas bajos que en 2020 y conociéndose las causas por los que han bajado, nuestros gobernantes, por criterios estrictamente políticos e ideológicos, han querido aprobar, sin que a nuestro juicio hiciera falta, un anteproyecto de ley de vivienda que va a perjudicar gravemente la oferta de viviendas en alquiler, porque muchas de sus medidas van dirigidas contra los grandes generadores de oferta que no son otros que los arrendadores, y ya sabemos que ocurre cuando la oferta desciende, que los precios tienden a subir o a mantenerse altos», concluye José Ramón Zurdo.
(Noticia extraída de El Economista)