La Comisión Europea empeoró ayer las previsiones de crecimiento para España. El PIB avanzará en 2017 un 2,3% frente al 2,6% previsto en mayo. Un menor crecimiento que presionará las cuentas públicas. Bruselas espera que el déficit se sitúe el próximo año en el 3,8%, siete décimas por encima de la nueva senda de consolidación fiscal planteada por la Comisión Europea. Las autoridades comunitarias y los números señalan que el Gobierno deberá aplicar nuevos ajustes.
La economía española cerrará este año con un crecimiento del 3,2%, por encima de los previsto por el propio Gobierno y por la mayoría de analistas. Así lo estima la Comisión Europea en el informe publicado ayer y que constata que España ha logrado de momento sortear una desaceleración que afecta a prácticamente todos los Estados miembros. Sin embargo, Bruselas empeoró sus estimaciones para 2017. Prevé que el próximo año la economía crezca un 2,3% frente al 2,6% apuntado en su informe de mayo. Así, los analistas de la Comisión Europea estiman que sí habrá desaceleración en 2017 y que será más profunda de lo esperado en un primer momento.
Además del crecimiento, Bruselas también ha empeorado su percepción de las cuentas públicas. En mayo, la Comisión Europea esperaba que el déficit público se situaría este año en el 3,9% y, en 2017, en el 3,1%. Ahora, la nueva estimación apunta a un desfase del 4,6% y el 3,8%. Entre ambas previsiones, Bruselas concedió a España un senda de consolidación fiscal más realista. Para este año, el límite ha quedado fijado en el 4,6% y, por lo tanto, España está en disposición de cumplir por primera vez el objetivo de estabilidad. Sin embargo, para 2017, Bruselas exige que los números rojos bajen al 3,1% del PIBy las propias estimaciones de la Comisión Europea apuntan a un desvío del 3,8%. Siempre según estos cálculos, el nuevo Gobierno –junto con las administraciones territoriales– debería abordar un ajuste de siete puntos de PIB, que equivale a 7.800 millones.
El Gobierno de Mariano Rajoy rechaza estas cifras y asegura que la economía y las finanzas públicas evolucionarán mejor que las previsiones de Bruselas. Confían en que lo sucedido este año –en el que el PIB ha crecido más de lo estimado– se repita también en 2017. Aun así, Bruselas también reclama que España adopte medidas que reduzcan el déficit estructural, es decir, los números rojos que presenta España en una situación neutral, sin expansión ni recesión.
Aun así, el Plan Presupuestario que el Gobierno remitió el pasado 15 de octubre reconocía que el nuevo Gobierno debería adoptar medidas de ajuste por un importe en torno a los 5.000 millones de euros.
A pesar de las dudas sobre el saneamiento de las cuentas públicas, España puede presumir de crecer por encima de la mayoría de Estados miembros. De media, el PIBde la eurozona avanzará este año un 1,7%, lejos del 3,2%de España. Alemania (1,9%), Reino Unido (1,9%), Francia (1,3%) o Italia (0,7%) también crecerán menos que España. Y pese a la desaceleración, la actividad de la economía española seguirá por encima del resto de los grandes países de la UE en 2017. Aun así, el mal funcionamiento del mercado laboral seguirá siendo la nota distintiva de España, cuya tasa de paro se se situará el próximo año en el 19,7%, prácticamente el doble que la media de la zona euro.
(Noticia extraída de Cinco Días)