La normativa es flexible en materia de amortizaciones.
Las empresas pueden deducirse cada año un gasto en concepto de amortización de sus activos. Y la normativa contable da cierta flexibilidad a la hora de calcular dicha amortización.
• Ejemplo 1. En los inmuebles, no es obligatorio amortizar la edificación según la proporción de valor que se derive del catastro. Si se justifica que el valor de la edificación es superior, la amortización será más alta, reduciéndose el Impuesto sobre Sociedades del ejercicio.
• Ejemplo 2. Las tablas de amortización aprobadas por Hacienda establecen unos porcentajes mínimos y máximos de amortización anual. Y las empresas pueden moverse dentro de esos porcentajes de un año a otro; no están obligadas a seguir cada año con el porcentaje aplicado al inicio.
• Ejemplo 3. Algunos activos pueden amortizarse de forma degresiva (por un importe más alto los primeros años de vida útil y más bajo los últimos). Ello permite anticipar el gasto y diferir el pago del Impuesto sobre Sociedades, con el consiguiente ahorro financiero.
Reduzca el Impuesto de Sociedades
Existen otras reglas en materia de amortización que pueden ayudarle a reducir el pago del Impuesto sobre Sociedades. Nuestros profesionales le
asesorarán en esta materia y optimizarán su factura fiscal.