No caiga en la rutina de amortizar sus activos siempre de forma lineal.
La mayoría de las empresas amortizan sus activos de forma lineal, aplicando el coeficiente máximo previsto en las tablas publicadas por Hacienda. Pero en ocasiones es posible aplicar coeficientes superiores, lo que permite amortizar el activo más rápidamente y conseguir ahorros financieros. Por ejemplo:
- Activos de segunda mano. Si se dispone del valor inicial, es posible incluso hacer diversos cálculos y escoger aquél que sea más beneficioso para la empresa.
- Activos utilizados durante más de un turno de trabajo (sin que ello implique necesariamente que la empresa tenga implantado el trabajo a turnos).
- Determinados activos que, por su mayor depreciación durante los primeros años de utilización, pueden ser amortizados de forma degresiva (existen diversas formas de cálculo de este tipo de amortización, de modo que la empresa puede escoger también el que más le convenga).
Empresas de reducida dimensión
Las empresas de reducida dimensión, además, pueden aplicar multiplicadores sobre los coeficientes de amortización aprobados por Hacienda, o incluso aplicar la libertad de amortización si cumplen ciertos requisitos de aumento y mantenimiento de plantilla. Ello les permite diferir todavía más el pago de impuestos.