Verifique que en su empresa no se va a romper el equilibrio entre las diferentes familias.
Cuando las empresas ya llevan años en funcionamiento, lo normal es que la segunda generación –los hijos de los socios fundadores– se vaya incorporando al accionariado. Y en ese momento el
equilibrio inicial puede empezar a romperse. Vea un ejemplo:
• Una sociedad inicialmente tenía dos socios (uno de ellos con el 60% de las participaciones y el otro con el 40% restante).
• Pasados unos años, el 60% del primer socio lo ostentan sus cuatro hijos (cada uno tiene el 15%), mientras que el otro 40% lo ostenta el único hijo del segundo socio. ¡El socio que tiene más participaciones es el hijo del que antes era minoritario! Y si alguno de los hermanos quiere vender sus participaciones, el que ahora es socio mayoritario tendrá derecho a adquirir la parte proporcional que le corresponde, aumentando todavía más su porcentaje.
Control en la transmisión de participaciones
En sociedades con varios socios, conviene garantizar que cada grupo familiar tendrá un derecho de adquisición preferente sobre las participaciones de los miembros del grupo. De esta forma se evitan trasvases y cambios de mayoría de un grupo a otro.
En casos como el indicado, y ante la eventualidad de que algún socio venda su participación, pueden establecerse mecanismos que dificulten la transmisión de participaciones entre socios de diferentes familias, garantizando un derecho de adquisición preferente a favor de los socios que pertenecen al mismo grupo familiar que el vendedor.