– La patronal sigue apostando por la moderación salarial.
– Rechaza la reforma del modelo de formación que prepara el Gobierno.
«La economía española no está para grandes fiestas». Así de rotundo se mostró el presidente de la CEOE, Juan Rosell, tras la reunión extraordinaria de la Junta Directiva que se celebró esta mañana en la sede de la patronal.
Pese a reconocer que la economía española está creciendo más de lo que se preveía y que se está creando empleo, Rosell argumentó que «sólo el 35% de las empresas tiene beneficios y un 75% tiene bases imponibles negativas». Por eso, afirmó, la patronal sigue apostando por la moderación salarial y es partidaria de subidas salariales de hasta el 0,9% para 2015 y de hasta el 1,3% en 2016.
Unas cifras que siguen sin convencer a los sindicatos. El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, afirmó hoy que «la cifra de incremento salarial que se pacte [con la patronal] no llevará un cero y una coma delante», y añadió que espera que esta posición no sea definitiva y que «la patronal ofrezca más márgenes».
Para Rosell, por el contrario, los incrementos salariales que están ofreciendo a los sindicatos, durante las conversaciones que mantienen con éstos para renovar el pacto de convenios, son más que «razonables». «Nos gustaría más, pero nos estaríamos equivocando. No estamos aún en efervescencia económica.Estamos saliendo de un periodo de recesión. Por eso, hagámoslo pasito a pasito», subrayó. Además, insistió en que la moderación salarial ha permitido a nuestras empresas «recuperar competitividad».
El presidente de CEOE rechazó de plano que se introduzcan en el acuerdo cláusulas de salvaguarda vinculadas al IPC, como reclaman los sindicatos; pero afirmó que desde la patronal no se oponen a incrementos salariales por encima de lo pactado en aquellas empresas que «quieran y puedan».
«La apuesta es que no haya cláusulas de revisión salarial», afirmó Rosell, que posteriormente precisó que al final se optará por introducir alguna cláusula prácticamente imposible de cumplir, como se hizo en el anterior acuerdo. Eso sí, nada vinculado al IPC porque «eso de pasar facturas al final de año es ridículo en el siglo XXI».
‘La reforma del Gobierno es muy mejorable’
Además de hablar sobre cómo se están desarrollando las conversaciones entre la patronal y los sindicatos para renovar el Acuerdo de Negociación Colectiva (ANC), en la Junta Directiva extraordinaria de CEOE los empresarios también hablaron sobre la reforma del modelo de formación profesional para el empleo que está preparando el Ejecutivo.
En la rueda de prensa posterior, Rosell mostró el rechazo de la organización que preside hacia el borrador de Real Decreto que el Gobierno les ha presentado, y en el que dejan de ser cogestores en la formación.
El presidente de la patronal reconoció que era necesario reformar el sistema, porque no se puede negar que ha habido fraude en la formación. Sin embargo, añadió que «no se puede transmitir que toda la formación ha sido fraudulenta, porque es radicalmente falso. El fraude lo condenamos y se deberían poner mecanismos de control y evaluación».
Rosell afirmó que la reforma del Gobierno es «muy mejorable» y que las empresas «tienen mucho que decir» en este tema porque el dinero para formación «lo ponen ellas», ya que del 0,7% de cotizaciones sociales que la financia un 0,6% procede de cuotas empresariales y el 0,1% de los trabajadores.
«Si nosotros lo pagamos, somos los que más tenemos que decir respecto a qué se hace con nuestro dinero. Que la Administración mande sobre esto es incomprensible», argumentó Rosell, que precisó que habían entregado al Gobierno sus «consideraciones técnicas», y confía en que les presten atención. «Nos sorprendería que nuestras razones de peso no fueran atendidas».
Los empresarios no se oponen a que empresas privadas de formación puedan impartir cursos, pero consideran que ellos son los que mejor conocen las necesidades de formación de los trabajadores. «El partido está en la prórroga y vamos a seguir negociando», subrayó Rosell.
Sin embargo, los empresarios aseguran que, en caso de que no consigan convencer al Ejecutivo para que introduzca algunas de las consideraciones técnicas que les han planteado, seguirán defendiendo los intereses de las empresas en este asutno: «Yo no diría que iríamos a las trincheras, pero sí que nos devuelvan el 0,6% que pagamos, que los empresarios somos muy inteligentes y lo destinaremos como creamos oportuno», añadió el presidente de Cepyme, Antonio Garamendi.