La mejora de las relaciones sociales y la mayor implicación con la compañía son otras de las ventajas
El ritmo frenético de la rutina diaria deja cada vez menos tiempo para desempeñar las tareas que van más allá de los estrictamente laboral. Una dinámica de la que no están exentas las pautas recomendables de salud y bienestar. Y con frecuencia, la importancia que se le concede a la comida, y sobre todo a alimentarse correctamente, queda olvidada en un segundo plano.
En este contexto, muchas empresas optan por ofrecer a sus trabajadores un servicio de catering, que puede comprender desde cestas de fruta a menús completos, durante la jornada laboral. Esta solución no es solo una compensación adicional por parte de las compañías, sino que también repercute en el beneficio económico y productivo de las mismas. Esta es la conclusión principal del informe El ROI de las comidas corporativas, elaboradopor Deliveroo.
Comer en el lugar de trabajo mejora las relaciones sociales entre compañeros y aumenta la productividad, unos beneficios que se multiplican cuando es la propia compañía la que ofrece este servicio, pues llega a más gente. “En seis de cada diez empresas, más de la mitad de los empleados come en la propia oficina”, explicó el responsable de Deliveroo for Business, Ignacio Zaera, durante la presentación del informe este jueves en la sede de la plataforma. Una proporción que aumenta un 17%, hasta llegar a ocho de cada diez, cuando las corporaciones empiezan a ofrecer este servicio dentro de sus sucursales.
La mayor afluencia de los comedores no es, sin embargo, el único impacto que se observa al incluir este tipo de iniciativas. Así, el 40% de las organizaciones indica que las relaciones entre los miembros de los equipos ha mejorado sustancialmente desde entonces. También un 40% asegura haber observado una mayor implicación de los empleados con la empresa a partir de la implantación de un sistema de comidas.
Pero más allá de estos aspectos intangibles, algunas variables más palpables también experimentan mejoras significativas. Es el caso de la productividad, que aumenta en un 23% de los casos. Los beneficios observados por este tipo de medidas trascienden el desempeño profesional y llegan incluso al ámbito personal. Así, el 11,5% asegura una mejoría en materia de conciliación y un 6% registra una mayor concienciación sobre el bienestar de los trabajadores.
“Este es el punto de vista de las organizaciones, que no siempre coincide con la opinión de los trabajadores, que premian especialmente la variedad de opciones desde que se ponen en marcha soluciones como Deliveroo for Business”, apunta la jefa de comunicaciones corporativas de la plataforma, Carolina Pérez. El 85% de los empleados también destaca el ahorro económico gracias a estas medidas. Un ahorro que también se mide en términos de ocio: el 74% valora especialmente el tiempo libre extra que les proporciona no tener que preparar el almuerzo en casa. Asimismo, la mejora de las relaciones sociales con los compañeros y la calidad de la dieta también se valoran especialmente por parte de los empleados, en un 69% y un 63% respectivamente.
El informe también analiza cuánto tiempo se dedica a comer en el trabajo. En este sentido, se observa una tendencia a acortar la hora del almuerzo para realizar otras actividades, como salir a correr o acudir al gimnasio, o para reducir la jornada laboral. Lo más habitual es asignar entre 30 y 60 minutos a alimentarse (71,4%), seguido de la franja de menos de media hora, que es la más frecuente en un 22,9% de las empresas. Por su parte, el 5,7% restante dedica más de una hora a esta actividad, pero ninguno de los encuestados reconoció tener comidas de más de dos horas de duración. La tipología y el tamaño de la empresa también influyen en este reparto. Así, cuanto más grande es una corporación, más minutos se dedican a la alimentación. En las empresas de menos de 50 empleados y las startups, la comida no suele ocupar más de 30 minutos de la jornada laboral.
(Noticia extraída de Cinco Días)