La mayoría de los grupos parlamentarios quiere pagar estas prestaciones con cotizaciones
Los diputados se reunirán el 20 de junio para abordar la revalorización de las pensiones
El Gobierno propuso en los Presupuestos Generales del Estado de 2016 la posibilidad de que el Pacto de Toledo estudiara que las pensiones “menos contributivas”–estas son las de viudedad y orfandad– pasaran a financiarse con impuestos en lugar de con cotizaciones sociales.
Este cambio a costear estas prestaciones con impuestos, de forma progresiva, parecía una vía de solución a los números rojos de la Seguridad Social ya que liberaría unos 24.000 millones anuales que ahora costea el sistema de pensiones.
Sin embargo, sacar la viudedad y la orfandad de la Seguridad Social podría, primero, hacer que subieran o bajaran por necesidades presupuestarias. Y, si pasaran a ser pensiones asistenciales quedarían a la voluntad de cada comunidad autónoma.
Ante estas consideraciones, la mayoría de los grupos parlamentarios que negocian ahora esta cuestión en la comisión del Pacto de Toledo, se han mostrado hoy a favor de mantener la pensión de viudedad dentro del sistema de Seguridad Social y, por tanto, seguir financiándolas con cotizaciones y no con impuestos, según informó ayer Efe.
Solo los diputados del PDeCAT son partidarios de que las pensiones de viudedad se costeen progresivamente con impuestos.
Así, lejos de que estas prestaciones alivien la carga financiera del sistema, varios grupos de la oposición como el PSOE, Unidos Podemos y los nacionalistas catalanes del PDeCAT, han reclamado hoy un incremento de las pensiones de viudedad.
En concreto, la portavoz del PSOE en el Pacto de Toledo, Merce Perea, ha hecho hincapié en “poner las bases “ para frenar la pobreza a través de las pensiones de viudedad. Así señaló que los socialistas empujarán al PP para que haya un aumento de estas pensiones, que varían en función de la edad y de las cargas familiares.
Lo que sí habría reunido más consenso es pasar a financiar con impuestos 2.500 millones de bonificaciones (reducciones) de cotizaciones de incentivos al empleo; y casi 4.000 millones de gastos de funcionamiento de la Seguridad Social.
Los portavoces del Pacto de Toledo se reunirán el día 20 de junio para tratar las tres primeras recomendaciones del Pacto de Toledo de 2011: mantenimiento del sistema;separación de las fuentes de financiación y mantenimiento y mejora del poder adquisitivo de las pensiones. Este último punto es el que se presenta más conflictivo, ante la determinación de la mayoría de los grupos de cambiar la actual fórmula de revalorización de las pensiones.
Previamente, el día 15 de junio, los grupos quedaron ayer en enviar un informe sobre el cumplimiento de las 21 recomendaciones del Pacto, para avanzar de forma más racional en los trabajos. Aunque algunos diputados piden trabajar con más diligencia para llegar a julio con algunas recomendaciones, esto parece difícil.
(Noticia extraída de Cinco Días)