Estos pensionistas han pasado de suponer el 2,5% del total al 11%
Al cierre de 2016 había en España un total de 5,7 millones de pensiones de jubilación en vigor, lo que supone un 19% más que las existentes diez años antes. El envejecimiento de la población ha provocado que la cifra de retirados haya aumentado en casi un millón de personas en sólo una década, según los datos del Ministerio de Empleo.
Y si hay una característica de los pensionistas que se han incorporado al sistema en la última década es que muchos de ellos lo han hecho en los tramos de ingresos más altos. Es cierto que casi la mitad de los jubilados no llega a cobrar una nómina equivalente al SMI. En total, son 2,24 millones de personas las que están en esta situación, aunque su número total se ha reducido en la última década. Según Empleo, en 2006 eran 2,39 millones los perceptores de pensiones de jubilación por debajo del SMI y ahora son 2,24.
También se ha reducido el número de pensionistas que cobran entre el SMI y 1.000 euros (hay que tener en cuenta que la evolución al alza del SMI ha hecho que se estreche este tramo de renta). Actualmente son 1,2 millones de perceptores, frente a los más de 1,35 millones que se registraban en 2006.
A partir de los 1.000 euros la cifra de pensionistas ha crecido con fuerza. Actualmente, casi 1,6 millones de jubilados cobran entre 1.000 y 2.000 euros, casi el doble que los que existían hace una década. El número de beneficiarios en este tramo de renta ha crecido más de un 71% en estos años.
Pero si hay un tramo de renta en el que ha crecido el número de perceptores es a partir de 2.000 euros. Las cifras dicen que en 2006 apenas 123.000 personas recibían una nómina superior a los 2.000 euros, mientras que ahora superan las 670.000, es decir, son cinco veces más que hace una década. Mientras que en 2006 los jubilados que ganaban más de 2.000 euros suponían el 2,5% del total de perceptores, ahora suponen más de un 11%.
Hay varios motivos que explican este incremento de jubilados en los tramos de renta más altos. El primero, lógicamente, es la propia subida de las pensiones aprobada año tras año por el Gobierno. A pesar de la crisis y de la contención de los salarios, las pensiones sí han subido, lo que ha empujado a algunos perceptores de unos tramos a otros más altos.
Además, a esto hay que unir la diferencia entre los nuevos jubilados y las bajas del sistema. Según los dato de Empleo, la brecha ronda el 30%, es decir, las altas cobran de media más de 1.062 euros, frente a los 817 que perciben los que salen del sistema.
(Noticia extraída de El Economista)